Aquello de que la vida es una montaña rusa creo casi todos lo tenemos claro. La idea de la tesis fue compaginarla con mi vida laboral, algo más que difícil, casi imposible, en aquellos ciclos en los que, como estos últimos años, desempeñas un trabajo a todas horas y con todas las ganas.

Los meses que estuve en paro, hace unos tres años, me ayudaron a despegar el proyecto y a conseguir algunos hitos. Después, al empezar a trabajar de nuevo en la comunicación, la tesis se quedó postergada a unos domingos por la tarde a media discusión entre la maternidad y la siesta. Pensando que esta nueva etapa se acababa luché de nuevo por una beca predoctoral en

Foto: Redes sociales / MGM – https://www.publinews.gt/gt/espectaculos/2018/10/21/la-actriz-selma-blair-revela-esclerosis-multiple.html

Unizar y en el momento menos buscado y según mi razón a corto plazo menos querido llegó esta beca que desde hace un mes y poco ha revolucionado, otra vez, mi día a día.

Ha sido una decisión complicada, no puedo decir que esté contenta al completo, ser periodista en activo es algo que me apasiona, pero he de decir que me gusta investigar, que creo que puedo hacer un trabajo novedoso con esta tesis y aportar –suele decirse un granito de arena- a los estudios de comunicación de mi territorio.

Este mundo es difícil, factores de impacto, congresos, publicaciones, mucho libro, bases de datos, folios que antes que tu hablan de lo que tratas… Todo es importante, no das abasto, y si eres nerviosa como yo, más problemas que añadir a la lista.

Este blog, mis avances, estaban en un stand-by en el que ha vuelto a encenderse una luz, roja, amarilla, verde, son fases por las que paso cada día. Esto es una montaña rusa y no me he montado en ninguna en mi vida, soy demasiado miedosa, no me gustan.