Pelea como una chica, sin violencia, pero con la fuerza de todas.

Por una sociedad justa e igualitaria, ¡pega como una chica! Este es el consejo que quedó escrito en la página de apertura de mi ejemplar de “Pelea como una chica”. Sandra Sabatés me lo dedicó el pasado viernes, en la siguiente hoja Ana Juan dibujó una mujer de perfil con lápiz marrón.

Ni un paso atrás. Empezar por el final puede considerarse, por ideología popular, periodística e incluso narrativa, un recurso algo desacertado, pero, en este caso, resume muy bien la esencia del libro “Pelea como una chica”.

Ni un paso atrás en la lucha por los derechos de la mujer es una de las reflexiones que pueden extrapolarse después de la lectura del libro escrito por Sandra Sabatés e ilustrado por Ana Juan “Pelea como una chica”. Así quedó claro, varias veces, en la presentación de esta obra biográfica de treinta y una mujeres españolas del siglo XIX y XX. Una puesta de largo que estrenaba este título en la Biblioteca María Moliner, ya que, aun yendo ya por su segunda edición tras solo varios meses a la venta, “Pelea como una chica” todavía no ha tenido una presentación oficial en Madrid. Este título llegaba a Zaragoza el pasado viernes con una triste noticia real de la mano, el asesinato de una abogada en la capital aragonesa. Una nueva víctima de la violencia machista.

En la tertulia participaron Amparo Martínez, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza, la librera Julia Millán, ambas autoras y su editora Ángeles Aguilera. “Todas chicas peleonas”.

Futuro de muchos libros 

Ante la primera pregunta de Martínez, sobre aquellas mujeres del libro que más les hubieran atrapado en el trabajo de investigación realizado, Sabatés, pese a la complejidad de quedarse con alguna, barrió para casa, ya que señaló a la periodista Carmen de Burgos por ejercer un “periodismo comprometido” y a María Luz Morales quien ocupó la dirección de la cabecera La Vanguardia, siendo la primera en desarrollar esta responsabilidad en un medio de comunicación de esta envergadura. Tras este inicio ha tenido que llegar el presente para que Soledad Gállego-Díaz sea la directora de El País. Por su parte, Juan hizo referencia a Marga Gil Roesset quien se suicidó, con tan solo 24 años por Juan Ramón Jiménez. “El amor no tiene que ser sumisión”, expuso.

Sandra Sabatés y Ana Juan presentan «Pelea como una chica» en la Biblioteca María Moliner de la Universidad de Zaragoza

A continuación, la periodista y escritora dijo sobre su obra y sus 31 mujeres que «no es un libro hecho para mujeres, todas ellas son referentes para los hombres. Juntas han hecho avanzar la sociedad». También en esta charla se comentó que otras mujeres fueron descartes, ya que no se podía hacer un volumen sin final, por lo cual, el número dos, tres y cinco quedó abierto al futuro. La motivación del libro, entre otras que también imaginamos, ha sido la carencia de referentes femeninos, ya que en los materiales educativos solo el 7,5% de las menciones son a científicas. Algo que, en mi caso, trato de trabajar día a día en mi tesis, aunque no es fácil sus nombres están borrados y sus letras incluidas en obras formadas por nombres masculinos. Todo esto lo saben muy bien la generación de Las Sinsombrero, mujeres que vivieron a la sombra de La Generación del 27, que no se estudian sus nombres y que sin ellas, sí sin ellas, no sería nada igual.

Los dibujos de Ana Juan

En el aspecto gráfico, la ilustradora Ana Juan se refirió al lápiz que puede verse en la portada y aseguró que es uno de los primeros instrumentos que utilizamos todos, también en distintas profesiones, un músico, un médico o un científico. Asimismo, que cada una de las mujeres y sus vivencias le han animado a “seguir con una paleta de colores y un grafismo concreto para darle su personalidad”. También, Juan puso sobre la mesa que, aunque la mayoría de estas mujeres procedía de una clase acomodada algunas como Rosalía de Castro tuvieron un origen humilde y subrayó “su hambre de conocimiento cuando se sale de la nada”.

El final, los deberes que quedan todavía. Estas mujeres lucharon por muchas realidades de nuestro día a día, tales como escribir este post, el libro de Sandra o los dibujos de Ana. “Estas mujeres tienen ideologías contrarias, diferentes situaciones sociales y todas ellas sufrieron estas desigualdades solo por ser mujer», aseguró Sabatés. Unas desigualdades que hoy en día vivimos en las bajas maternales, en la búsqueda de trabajos, en nuestros salarios, en nuestra proyección profesional, no sigo más. Es cierto que queda mucho por hacer, pero ahora la prioridad es combatir la violencia de género. Ni un paso atrás.